Para hacer frente al ajetreo diario es indispensable dormir bien toda la noche, pero a veces nos cuesta conseguir descansar. El estrés diario,las preocupacionesque nos rondan por nuestra cabecita o las responsabilidades familiaresimpiden que nuestro sueño sea plácido y reparador
Si no conseguimos dormir de forma adecuada, estaremos el día entero de mal humor, con dolor de cabeza y supercansadas. Con ganas de irnos de nuevo a la cama.
Y si no ponemos remedio, vamos a amanecer de la misma manera que el día anterior.
Pero, tranquila, no está todo perdido, podemos conseguir dormir bien toda la noche con técnicas de respiración, relajación y mindfulness. ?
Técnicas de respiración y mindfulness para dormir bien
Practicando técnicas de respiración y mindfulness antes de dormir, puedes conseguir un profundo estado de conciencia a la vez que tu cuerpo y tu mente se relajan para permitir el sueño y dormir bien.
El mindfulness es una técnica de meditación que te ayuda a vivir el momento presente, sin juzgar y con plena aceptación, y también te ayuda a descansar y a disfrutar de un sueño reparador.
Técnicas de respiración
Son varias las técnicas de respiración que utilizo en mis sesiones y talleres, y quiero compartir estas dos técnicas contigo. Espero que te ayuden a conseguir un sueño placentero. ?
No las realices si estás embarazada o tienes algún tipo de patología, consulta siempre a tu médico.
⮚ Respirar de manera profunda
Tumbada sobre la cama, cierra los ojos.
Coloca una mano sobre tu pecho y la otra sobre tu abdomen.
Inhala durante unos segundos hasta que ya no te entre más aire, no te sobre-esfuerces inhalando y, a la vez que exhalas, siente cómo se relajan todos los músculos de tu cuerpo. Nota como tu espalda, poco a poco se va hundiendo en el colchón con cada respiración profunda que realizas.
Siente cómo se mueve tu pecho y tu abdomen con cada respiración.
Céntrate solo en el momento presente. Si aparecen pensamientos, no los juzgues, déjalos ir y continúa con la atención en tu respiración.
Siente cómo la tensión va abandonando tu cuerpo con cada exhalación.
⮚ Técnica respiración 4-1-8
Tumbada sobre la cama, cierra los ojos.
Coloca una mano sobre tu pecho y la otra sobre tu abdomen.
Inhala durante 4 segundos, y nota cómo se infla tu abdomen y tu pecho.
Retén el aire durante un segundo.
Y exhala durante 8 segundos, y siente cómo tu abdomen se va desinflando poco a poco.
Repite el proceso hasta que sientas que tu cuerpo y tu mente comienzan a relajarse.
Mindfulness para dormir
Vivir el momento presente también te ayuda a relajar tu cuerpo y tu mente.
Para poder conciliar el sueño con Mindfulness puedes relajarte en tu cama, cerrar los ojos y seguir estos consejos que te dejo por aquí:
Aparta las preocupaciones de tu mente centrándote en las vivencias bonitas que ha tenido tu día. Aunque pienses que tu día no ha tenido nada bueno, estoy segura de que algo positivo te ha pasado. Como, por ejemplo: la sonrisa de la persona que te ha servido el café en la cafetería donde has desayunado hoy, o la persona que te ha cedido un asiento en el metro o bus, o el día de sol tan bonito con el que has amanecido hoy, o la llamada de esa amiga con la que tenías tantas ganas de charlar. Para ser felices no hace falta vivir grandes cosas, los pequeños detalles también marcan la diferencia.
Escucha la meditación guiada que te dejo aquí debajo. También puedes utilizar sonidos ambientales como: el sonido de una cascada o el canturreo de los pájaros al amanecer. Escuchando meditaciones o sonidos ambientales conseguirás relajarte y te ayudará a dormir plácidamente.
Encuentra al final del post el audio para relajarte
5 consejos para dormir bien toda la noche
Además de las técnicas de respiración y de mindfulness que he compartido contigo, te invito a que sigas estos 5 consejos para poder dormir bien toda la noche:
Practica 15 minutos de Yoga suave antes de ir a dormir. Los ejercicios suaves de Yoga te permitirán relajar los músculos y preparar a tu cuerpo para conciliar el sueño.
Deja el móvil, Tablet y portátil a un lado, por lo menos una hora antes de ir a dormir. Ya que, si no lo haces, tu cerebro sigue alerta y te costará más conciliar el sueño.
La lectura (en libro de papel, por supuesto), te ayuda a relajarte, te alivia del estrés y te permitelograr un sueño profundo.
Evita tomar té o café durante las horas próximas al momento de irte a dormir, ya que son estimulantes y ayudan al cerebro a que se mantenga despierto.
Evita las comidas y bebidas pesadas y el cenar muy tarde. Te recomiendo aprender a comer de manera consciente.
¿Te gustaría empezar a dormir bien?
Si tu respuesta es SÍ, quiero contarte que
mi próximo taller en el que trabajaremos el sueño y la relajación tendrá lugar:
De manera online a través de Zoom
El día sábado 1 de abril
A las 17 horas de España peninsular
Tiene una duración de 2 horas
En el taller vamos a:
Tomar conciencia sobre por qué es tan importante dormir bien
Cómo podemos conseguir tener un sueño placentero
Practicar técnicas de respiración, relajación y mindfulness
¿Te animas a formar parte de este encuentro de relajación?
Si te cuesta dormir bien y deseas empezar a descansar por las noches me encantará verte en mi taller sobre sueño y relajación.s
En pleno momento de pandemia muchas familias se encuentran ante la pérdida de un ser querido, ya sea por covid u otras circunstancias.
Cuando nos falta una persona amada, o bien por fallecimiento, separación o malos entendidos, solemos sentir tristeza, malestar anímico e, incluso, soledad.
Yo misma, durante este año, perdí a una de mis más queridas amigas, esas que entran en la categoría de hermanas de la vida.
Si estás pasando por una situación similar, te dejo algunas ideas que pongo en práctica y que te recomiendo para que puedas llevar mejor la situación.
7 consejos para afrontar el duelo
Si bien asociamos estas fechas con alegría, luces de colores, regalos y reuniones con risas, entiende que éste año será una navidad diferente, que habrá momentos de tristeza y, también, de alegrías
Habla en familia y ponte de acuerdo en cómo organizar las reuniones y homenajes. Nos suele pasar que no queremos ni nombrar a la persona, para no causar dolor, pero es bueno poner en claro que todos los integrantes de la familia estamos pasando mal por esto
Representa a la persona ausente ya sea con una foto, un objeto o algo que te recuerde a ella. Si todos hacemos como si “no pasara nada”, estaremos reprimiendo lo que sentimos y el duelo se torna más difícil
Evita aislarte. Acompaña y déjate acompañar
Date espacio para expresar lo que sientes, para recordar a esa persona, nombrarla, e incluso, homenajearla. Tómate ratitos a solas, si lo necesitas.
Si hay niñxs en la familia, háblales con claridad y dales apoyo. Para protegerlos no necesitas ocultarles que estás triste, mostrarte les ayudará a su desarrollo emocional
Medita y muévete: sal a caminar, haz yoga, baila o realiza actividades al aire libre. La meditación, el movimiento y el ejercicio liberan endorfinas que nos ayudan a sentirnos mejor
Recuerda que hay muchas formas de transitar este proceso. Escúchate y entiende qué necesitas.
Pasado cierto tiempo, si no consigues realizar tus actividades cotidianas con normalidad y estás inmersa en el dolor y la tristeza busca ayuda profesional sanitaria. Es muy importante que vivas este proceso y que le des un tiempo de sanción.
Y tú, ¿qué haces para llevar mejor las ausencias?
Si deseas, puedes dejarme un comentario y te leeré encantada.
La Navidad es un período que puede resultar agotador para muchas personas, incluso deprimente. Y, si no se gestiona de forma adecuada, puede generar estrés y ansiedad.
Por qué nos estresamos en Navidad
Los informes anuales confirman que: las compras de última hora, el exceso de gastos, las comidas y cenas familiares, y los compromisos sociales, son la causa del estrés que sufren muchas personas en Navidad. Además, los informes afirman que el colectivo más afectado por estas situaciones de estrés y ansiedad en Navidad somos las mujeres.
Otra de las causas del estrés es: trabajar demasiado, tener poco tiempo de vacaciones y, sobre todo, dejarnos a nosotras mismas, y nuestro descanso, en último lugar.
Todas estas situaciones nos pueden producir un aumento de pensamientos negativos. Incluso, podemos experimentar la sensación de que el cansancio físico y mental se intensifican, lo que nos puede provocar que nos aumente la irritabilidad.
El estrés suele estar presente en nuestro día a día, pero es habitual que se intensifique aún más en estas fechas tan señaladas. Si no aprendemos a gestionar el estrés de las fechas navideñas: el insomnio, los dolores de cabeza, el bruxismo, la diarrea, los dolores de estómago, la tensión en el cuerpo, los problemas en la piel o en el cabello, se pueden agravar aún más.
Además, no solo el estrés aborda nuestros días durante las Navidades, la tristeza y la soledad que produce el síndrome de la silla vacía también afloran en estos días para las personas que echan de menos a un ser querido en estas fechas tan señaladas.
Tensiones familiares en Navidad
Muchas personas esperan la llegada de las Navidades con mucha ilusión para preparar la cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la compra de los regalos para los hijos y nietos, hacerse con unos detallitos para la oficina, adquirir nuevas decoraciones navideñas para el hogar y, sobre todo, para reunirse en familia.
Pero no todo el mundo disfruta de estas reuniones. Muchas familias se sienten en la obligación de pasar las Navidades con personas que no son de su agrado (padres, suegros…) y tan solo el hecho de pensar en esa reunión puede provocar nerviosismo, estrés y ansiedad.
El alcohol, las diferencias de opiniones y los temas «inapropiados” para esas fechas hacen que las tensiones familiares aumenten y, como consecuencia, nos podemos sentir más estresadas que de costumbre.
Tristeza en Navidad
La Navidad está considerada en nuestra cultura como una ocasión importante. Pero también se vive como un período muy triste para las personas que han perdido a un ser querido y que, sobre todo, en esos días que tantas familias se reúnen, se les echa mucho en falta.
Si se ha vivido una separación de pareja, o si hay que repartir el tiempo entre padres separados, son circunstancias que también incrementan la tristeza y el estrés.
17 consejos para disfrutar de una Navidad sin estrés
Te dejo algunos consejillos para hacer que tus Navidades sean un poquito menos estresantes.
Realiza un presupuesto para la previsión de gastos, y planifica con antelación. Prepara una lista de la compra para hacerte con lo realmente necesario. Así evitarás gastar de más. Y, aún mejor, si comienzas a planificar unas semanas antes para poder dosificar mejor las compras y los gastos.
Haz las compras por la mañana a primera hora, o al mediodía, para evitar las aglomeraciones que suelen ser muy estresantes en estas fechas.
No tienes que acudir a todos los eventos a los que te invitan, aprende a decir NO.
Delega responsabilidades. No lo hagas tú todo. Solicita ayuda y delega algunas tareas. Puedes pedir a tus invitados que cada uno traiga alguno de los platos planeados para el banquete. Compartir el trabajo entre todos te ayudará a que la tarea de la comida o la cena sea mucho más liviana.
Dedícate un ratito cada día. Reserva 5-10 minutos por la mañana temprano, o por la noche, para regalártelos a ti misma para tomarte un cafelito en silencio, para leer, meditar o disfrutar de una ducha relajante.
Si piensas en ese ser querido que no puede viajar o desplazarse para pasar las Navidades contigo, puedes escribirle una postal personalizada de las de antes y, así, además, colaboras con las ONGs. Te aseguro que hacen muchísima más ilusión que las que se envían por e-mail o por WhatsApp, que son más un corta y pega que otra cosa.
También puedes dedicar unos minutos para realizar una videollamada a aquellos seres queridos que por motivos de trabajo u otras obligaciones pasarán sus Navidades en soledad.
Si hay algún tema pendiente con algún familiar, intenta hablarlo días antes, o después, de la reunión familiar. Permítete soltar y dejar ir.
Durante la reunión familiar, cuando alguien comience a hablar de un tema inapropiado, que sabes que seguramente provocará una discusión, intenta desviar la atención haciendo referencia a algún otro tema de manera amorosa.
Si la reunión va a ser en tu casa, puedes sentar lejos (si es posible) a las personas que entre ellas no se lleven muy bien. O, si eres tú la que va a acudir a una reunión, siéntate junto a las personas con las que tengas más afinidad.
Intenta no juzgar los comportamientos u opiniones de los demás, y es mejor hacer oídos sordos si se tocan temas que no son de tu agrado.
Practica la paciencia. Cuenta hasta 10 antes de responder si te has sentido atacada por algún familiar con alguno de sus argumentos.
Si tienes un ser querido que ya no está entre nosotros, permítete reservarte un ratito a solas para poder pensar en él. Puedes escribirle una carta o hablarle en voz alta. O tomar una foto suya y colocarla en un lugar visible para tenerlo presente y recordar los mejores momentos a su lado.
Practica Mindfulness. Dedícate un ratito cada día para meditar y conectarte contigo misma y experimentar el momento presente. Así serás más consciente de tus pensamientos y emociones, sobre todo durante esta época del año.
Pasa el tiempo con la gente que quieres. Más allá de los compromisos familiares, reserva tiempo de calidad para las personas con las que realmente deseas pasar un rato, una tarde de juegos frente a la chimenea, un chocolate con churros, un paseo por la ciudad.
Practica la respiración consciente. Cierra tus ojos durante unos segundos. Inspira de manera profunda. Contén el aire y, después, exhala con suavidad. Repite este ejercicio como mínimo 3 veces seguidas. Notarás cómo tu cuerpo se relaja. Puedes repetir esta práctica durante unos minutos cada día, sobre todo cuando más estresada te encuentres. Ya verás cómo esta práctica te ayuda a encontrar la calma.
Si no tienes a nadie cerca para pasar estos días, una bonita opción es compartirlos con aquellas personas más necesitadas. Puedes incluirte en un voluntariado de alguna ONG de tu barrio o ciudad para recoger regalos u ofrecer comidas de Navidad.
¿Te gustaría poder realizar prácticas de Mindfulness?
Te regalo una práctica para ayudarte a aceptar el momento presente.
A veces nos cuesta decir NO a invitaciones o peticiones que nos hacen las personas de nuestro alrededor.
Los motivos por los que no decimos que NO, y aceptamos el encargo, pueden ser muy variados:
Sentirnos culpables por anteponer nuestras necesidades a las de los demás.
Creernos responsables. A veces pensamos que debemos encargarnos de todo.
Por miedo a que nos rechacen, nos dejen de querer, nos menosprecien, …
Para evitar un conflicto.
Aprender a decir NO y sus beneficios
Nos cuesta horrores decir que no:
A nuestro jefe o compañeros de trabajo cuando nos piden “ayuda” para realizar alguna tarea, y suele ocurrir que, algo que iba a ser puntual, se convierte en una tarea más para nosotras.
A nuestros familiares cuando les permitimos que “opinen” sobre nuestros asuntos y no les ponemos límites.
A la amiga de turno que solo aparece cuando necesita un favor.
Y por mucho que a veces cueste decir que no, se hace necesario poner límites cuando nuestra salud mental está en juego.
¿Cómo decir que NO con asertividad?
La asertividad es la habilidad de expresar nuestros deseos, derechos, necesidades y opiniones de una manera amable, clara y respetuosa.
Puedes utilizar estos ejemplos y ponerlos en práctica:
Te estoy muy agradecida pero no me interesa.
Hoy no me viene nada bien, pero gracias por contar conmigo.
Me encantaría ayudarte, pero tengo una lista larguísima de cosas urgentes que tengo que hacer hoy mismo/ en esta semana/ en este mes.
Si aún no te atreves a decir que no, prueba a ensayar delante del espejo. Es un ejercicio que funciona muy bien.
Utiliza el lenguaje corporal para reafirmar tu postura. Mira a los ojos a la persona que tienes frente a ti. Que tu voz sea clara, tu mirada directa y acompaña tu expresión con una sonrisa.
¿Cuáles son los beneficios de decir NO?
Aprendes a:
Ser consciente de que las personas no te valoran por las cosas que haces por ellas sino por quién eres tú como persona.
Conocerte mejor y descubrir cuáles son tus límites.
No tener cargas extra que no te pertenecen.
Valorarte más, quererte más y dejar de complacer a todo el mundo.
A qué llamamos conflicto
Un conflicto es un desacuerdo que puedes tener con una o varias personas. En el trabajo, con tu jefe o tus compañeros. En tu vida privada, con tus amigas, tus familiares o tu pareja.
Los conflictos siempre van a formar parte de tu vida, pero vivir un conflicto y no saber cómo reaccionar ante él te puede provocar preocupación o malestar. Incluso tu estrés y tu ansiedad pueden aumentar.
7 técnicas para solucionar conflictos
Los conflictos forman parte de nuestra vida y, a veces, nos enfrentamos a momentos o situaciones con otras personas que no nos gustan o que nos incomodan, pero que tenemos que aprender a salir de ahí de una forma pacífica y sana.
Haz una pausa
Cuando haces una pausa puedes salir de las reacciones automáticas de tus pensamientos y emociones abriéndote a la consciencia del momento presente. Respira profundamente y piensa en cuál va a ser tu reacción antes de responder
Estar presente sin juzgar
Cuando practicas Mindfulness, ya estás en conocimiento de lo que significa estar presente sin juzgar, aceptando lo que la otra persona te está comunicando, sin que tus miedos, prejuicios o experiencias previas te turben la mirada y el sentir.
Aprendes a romper el círculo vicioso de pienso-siento-actúo de manera automática, para dejar de mantener conversaciones o interacciones improductivas.
Escucha de manera abierta
Si no tienes problemas auditivos, oír no es una opción, pero ¡escuchar sí lo es!
Oír: percibir los sonidos que hay. Escuchar: poner la intención, la voluntad de oír.
Aprende a escuchar sin juicios lo que la otra persona te está comunicando.
Escuchar abiertamente significa que no estás pensando qué le vas a responder ni estás creando estrategias para ver quién tiene la mejor idea. No interrumpes ni finalizas sus oraciones. No asumes o llegas a conclusiones, sino que estás experimentando en tu propia carne lo que la otra persona te está contando y estás sintiendo lo que ella está sintiendo.
Autoconciencia
Cuando escuchas de forma atenta y sin juicios puedes estar más en contacto con lo que te está sucediendointernamente. Ser consciente de tus reacciones internas y automáticas te permite reconocer tus pensamientos y emociones. Este nivel de consciencia te permite hacer una pausa antes de responder, evitar así “saltarle a la yugular” al otro y reaccionar de una manera inconsciente.
Habla en primera persona
En vez de decir “lo que tú me hiciste” prueba a decir “lo que yo sentí…”
Al final, el intercambio es para que ambas partes se escuchen y ambas saquen beneficio. Recuerda que no todo es acerca de ti.
Aprende a decir NO
Cuando deseas decir que no, es necesario que hayas contactado muy íntimamente con lo que quieres conseguir para que puedas hablar desde ese nivel de consciencia. Ya habrás entendido que, si dices que no, la otra persona te seguirá queriendo y respetando.
Practica Mindfulness
Con la práctica de Mindfulness profundizas en la paciencia, en la compasión hacia ti misma y hacia las otras personas. Esto también te permite ver al otro y aceptarlo tal y como es, con sus aciertos y defectos. Al fin y al cabo, todos somos uno. Es lo que llamamos la humanidad compartidadentro de la práctica de la compasión.
Los conflictos no siempre se resuelven, a veces solo salen a la luz. Y lo bueno es darles espacio. Entender cómo reaccionamos ante ellos, si como un juego de competencia (yo gano y tú pierdes) o como una resolución intermedia donde ambos pueden llegar a ganar.
Este tema entra dentro del mundo del Mindfulness interpersonal o el Mindfulness en las relaciones.
Y tú ¿cómo llevas la resolución de conflictos? ¿Te cuesta decir NO?
Uno de los beneficios que tiene practicar Mindfulness a diario es que nos permite gestionar los pensamientos y calmar la mente.
Pero seguro que alguna vez has leído o escuchado que para meditar y relajarte tienes que poner la mente en blanco. Y, si has intentado hacerlo, y no lo has conseguido, habrás pensado que eres incapaz, te habrás frustrado y habrás decidido que eso de meditar no es para ti.
Entonces, ¿realmente se puede poner la mente en blanco? ¿Es verdad que podemos parar todos esos pensamientos recurrentes que circulan por nuestra mente?
Qué ocurre si intentamos poner la mente en blanco
Los estudios científicos dicen que tenemos una media de 60.000 pensamientos diarios y que abarcan: los pensamientos que tenemos del pasado, los pensamientos que tenemos sobre el futuro, lo que pensamos que va a ocurrir (pero que no tenemos la certeza de que vayan a suceder). Y, además, la mayoría de los pensamientos repetitivos que tenemos a diario son negativos.
Un pensamiento nos lleva a otro, y a otro, y a otro… Y nos secuestran, al igual que lo hacen las emociones. Nos enredan en una cascada de pensamientos y nos alejan del momento presente.
Este paseo continuo que hacen los pensamientos por nuestra mente se le conoce como rumiación mental.
Si nos quedamos ancladas en nuestro bucle mental nos puede provocar malestar, ansiedad y estrés.
Al intentar poner la mente en blanco para “eliminar” nuestros pensamientos lo que conseguimos es estresarnos aún más. Cuando tratamos de eliminar los pensamientos de nuestra cabeza, más veces nos aparecerán y con mayor intensidad.
Para deshacernos de los pensamientos recurrentes ¿tenemos que poner la mente en blanco al meditar?
Aún existe la creencia que dice que para meditar hay que poner la mente en blanco y, como consecuencia, se abandona el objetivo de practicar meditación antes de disfrutar de los beneficios que esta práctica le aporta a nuestro cuerpo y a nuestra mente.
Pero tranquila. Si has intentado poner la mente en blanco y no lo has conseguido, no te preocupes. NO es posible mantener la mente en blanco. Practicar técnicas de meditación no significa que tengamos que dejar de pensar, ni dejar de sentir lo que estemos sintiendo en ese momento.
Para empezar, siempre vamos a tener pensamientos porque nuestra mente los crea. Esto quiere decir que nuestra mente funciona correctamente.
Lo que hacemos a través de la práctica del Mindfulness es aprender a relacionarnos con los pensamientos para que no nos causen malestar.
Hasta que no somos conscientes de esto, nos creemos todos los pensamientos que atraviesan nuestra mente, incluso nos identificamos con ellos.
Primero, tenemos que entender que nosotras no somos nuestros pensamientos, y que tampoco los creamos a voluntad.
Cómo podemos calmar la mente con Mindfulness
Vamos con un ejemplo para verlo más claro:
Vamos a imaginar que nos encontramos sentadas en el interior de una sala de cine. Nosotras somos espectadoras y estamos viendo una película.
La pantalla es nuestra actividad mental.
Todo va bien hasta que nos metemos dentro de la película. Ahora ya no somos espectadoras, sino que somos la actriz protagonista, la actriz secundaria y el resto de actrices que aparecen en la película.
Empezamos a cumplir un rol tras otro. Y cumplimos tantos roles dentro de esa película que llega un momento en el que nos perdemos por completo.
Con la práctica del Mindfulness, aprendemos a darnos cuenta del momento en el que hemos dejado el asiento como espectadoras. Esto nos permite recuperar ese asiento y volver al momento presente. Nos permite ser más conscientes de a dónde nos están llevando nuestros pensamientos.
Este nivel de consciencia es el que alcanzamos con la práctica del Mindfulness. Aprendemos a no juzgar los pensamientos. Simplemente los observamos y los dejamos pasar.
Te confieso: esto requiere práctica.
La práctica del Mindfulness para calmar la mente
El Mindfulness nos ayuda a lograr un profundo estado de conciencia de los pensamientos y las emociones.
Si incluimos la práctica de Mindfulness en nuestro día a día podremos aprender a gestionar los pensamientos y conseguiremos calmar nuestra mente mediante la atención total en el momento presente.
De esta manera entenderemos que “vivir en el pasado” y “vivir en el futuro” no es sano. Esto nos produce ansiedad y estrés.
Con la práctica del Mindfulness conseguimos entrenar nuestro cerebro para bajar el ritmo de pensamientos, logramos calmar nuestra mente y disfrutamos de un merecido bienestar físico y mental.
Practicando Mindfulness nos centraremos en vivir en el aquí y ahora.
Dejar de ser esclavas de la mente nos abre una puerta hacia la libertad.
Si quieres conocer cómo el Mindfulness puede mejorar tu bienestar apúntate a los talleres gratuitos que ofrezco cada mes.
Una vez que te inscribas recibirás toda la información sobre el o los talleres en la bandeja de entrada de tu correo electrónico.
Nota importante: Este artículo no pretende sustituir el consejo psicológico/médico sino explicar cómo trabajamos con los pensamientos desde la óptica del Mindfulness.